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poemas para una madre

Creciste sin florecer
para entregarte a tu modo.
Dejaste a un lado tus galas
para encerrarte en tu espacio
donde cortaste tus alas
frente a tus hijos y su llanto.

Pasaste mil y una noche
de angustias miedo y desvelo
arrullándome en el coche
mientras blanqueaba tu pelo.
Cultivaste mi cariño
para evitarme caer.
Me enseñaste desde niño
a ser un alma de bién.
Supiste darme la guía
con paciencia y con ternura
pese a mis rebeldías
y adolescente locura.



Hoy que conozco el dolor
puedo valorar tu entrega.
por éso elevo mi canto
antes de que sea tarde
madre yo te quiero tanto.

Gracias a Dios por ti madre.



POESÍA A MI MADRE

Aún escucho, madre mía
Tu voz pidiéndome un beso
Solo un beso me pedías,
solamente ansiabas eso.

Y que consuelo tan gran
era el poderte besar,
acariciarte las manos.
Tu débil cuerpo abrazar.

Ahora ya no estas conmigo
pero siento una gran paz,
Fuiste cuidada con mimo.
Nada te llegó a faltar.

Tu nunca pedías nada,
solo querías un beso.
Con poco te conformabas,
solo un beso, solo eso.

Y ese beso que en las noches
ponía yo en tus mejillas,
era como un bello broche
a un día de pesadilla.

Días en los que sabía
que estaba cerca el final,
que de mi lado te irías
y que era inútil luchar.

Y a pesar de ello luché,
luché con todo mi ardor,
Pero no pude vencer.
Ganó la partida Dios.

Ahora ya estas a su lado.
Se termino tu penar.
Tu alma ya se ha liberado
de ese cuerpo castigado
por tan larga enfermedad.

Disfruta ahora de tu Gloria,
que nada enturbie tu paz,
sabes que en nuestra memoria
por siempre perduraras.

Y hasta allí te mando un beso
que tantas veces pedías.
Y no solamente un beso...
van trozos del alma mía.

(Autor desconocido por mi)

Por: Luz Risueña


Sólo es un tarde mas...
nada particular la distingue...
solo esta melancolía
que me inunda el pecho...

Cae esta nieve blanca
que va cubriendo el suelo
y los recuerdos me invaden
y son tan solo recuerdos...
unos ojos muy claros...
una mirada tan dulce
una sonrisa tranquila
una mano en mis cabellos...
esa serenidad tan suya...
y la seguridad tan a tiempo...
la palabra de consuelo
la alegría compartida...
el llanto que nunca le vimos
porque siempre lloró a escondidas...
siempre nos regaló sonrisas
y el mágico mundo que nos inventaba
cuando la realidad era otra
de su mano nos guiaba...
jamás recibió recompensa
todo lo hacía
por amor...

Hoy su ausencia ha llegado,
y esos recuerdos que duelen,
el perdón que no te dije...
el te quiero... el calor...
tu que viviste enseñando
hoy ausente...
nos has dado tu mejor lección
hagámoslo todo a tiempo
digamos ¡te quiero¡ hoy...
hoy ...solo puedo nombrarte
sintiendo que tu ya no estás
hoy solo quisiera abrazarte...
hoy te recuerdo...
Mamá...

Mamá

Estaba oscuro...
Solo el rayo de la luz de tus ojos.
Me enseñaste a respirar
y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.
Soñaba con colores y te imaginaba hermosa,
fueron nueve meses en un mundo rosa.
Crecí de a poco con tu calorme alimentaba con tus caricias
y frases de amor.
El momento llegabaiba a conocerte,
estaba muy protegidacon miedo de perderte...
Se hizo la luzuna mañana de febrero,
mamá ahí estabas tútan maravillosa
y tan dulcecomo te había imaginado.
Aprendí con el correr del tiempo
y en mis andanzas peligrosas
de cada uno de tus consejos
valorados en cada acto de mis diecinueve años
,y soñando cada vezque me encuentro lejos,
con tus palabrasque envuelven mis vivencias
y acobardan los miedos de mi juventud.

Colaboración de Luciana Carelli

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